viernes, 30 de septiembre de 2011

Respeto académico (CTRL+C CTRL+V Strikes Back)

vishsesh.blogspot.com
Cada vez estoy más convencida que la palabra clave es respeto. Hace más de un año escribí sobre los alumnos que usan el "copy-paste" (copiar información sin citar sus fuentes) en monografías y trabajos de investigación y, aunque no mencioné esta palabra, creo que la idea se estaba empezando a forjar. Luego de recientes experiencias con varios alumnos, estoy cada vez más convencida que gran parte del problema parte del respeto o, mejor dicho, de la falta del este.

No me estoy refiriendo a un caso en particular, sino a una serie de pequeños y grandes eventos, a actitudes de estudiantes, tanto en los primeros como en los últimos ciclos, pertenecientes a distintas universidades. Quiero aclarar esto, porque no se trata de señalar con el dedo a una facultad cualquiera y decir que ahí no se hace investigación; o a otra en donde, al parecer, la rigurosidad no es una prioridad. Tampoco es cuestión de justificarse en la edad de los estudiantes, sus procedencias o sus aspiraciones. Es cierto que, muchas veces, los profesores ante ciertas frustraciones nos explicamos el comportamiento (especialmente la dejadez) de nuestros alumnos con la célebre frase "hoy en día tienen otras prioridades, otros recursos"; quiero pasar por encima de esa frase y es así que vuelvo a la palabra: respeto.

Tiene que ver con una especie de veneración hacia algo, con el acatar ciertas posturas (¿y por qué no normas?), con aceptar que existe un justo valor y que, por lo tanto, se debe actuar en consecuencia. 

¿Qué tiene que ver esto con lo académico? 

Los trabajos que uno debe realizar no están ahí por gusto. Representan un trozo importante de un determinado curso y sus resultados se ven reflejados en las calificaciones. Este curso, a su vez, representa un trozo de la carrera. Esa carrera que se supone que uno ha elegido porque siente una fuerte afinidad, un gusto, un placer. No pretendo decir que todos los trabajos producen esas sensaciones; me refiero a que son una parte de un todo, un medio para llegar a un fin. 

Un fin que hemos elegido, que nos gusta, al que le damos un valor... al que respetamos.

Entonces, si se trata de un medio para llegar a un fin, ¿por qué no salir del paso con la mínima nota aprobatoria?

Es entonces cuando se pone en marcha la segunda parte del respeto. Respeto a uno mismo, al tiempo que dedica a elaborar este trabajo, a los recursos utilizados, al hecho de estar haciendo eso en lugar de algo que podría parecer más interesante. El entregar las cosas con orden, con un mínimo de limpieza, sin faltas de ortografía o redacción, en una carpeta y con un tipo de letra decente hablan del respeto que uno tiene hacia el propio trabajo y, por lo tanto, hacia uno mismo. Está garantizado que el profesor sentirá el mismo respeto por el trabajo al momento de comenzar a leerlo, y eso ya da una ventaja inicial.

Esto está sonando cada vez más a un post de auto-ayuda. Es lo último que se me ocurriría escribir en la vida.

Volvamos a la esencia: ¿No te da vergüenza usar como fuente una página llamada "El rincón del vago"? ¿No te das cuenta que te estás insultando a ti mismo? ¿No preferirías usar el traductor del word y revisar tu gramática y tu ortografía antes de entregar el trabajo, en lugar de quedar como un ignorante? ¿No es mejor cumplir con la pequeña formalidad de usar comillas y colocar una bibliografía? ¿Es que crees que lo que otros dijeron antes que tú es tan insustancial que puedes ignorarlo y no usar suficientes fuentes en tu trabajo? ¿O, por el contrario, que lo que tu piensas es tan irrelevante que no eres capaz de colocar tu propia opinión y "tomas prestada" (CTRL+C, CTRL+V) la de otros sin siquiera reconocerla?

¡Respétate, pues!
[Y, de paso, respeta a tus profes, a los otros autores, a sus trabajos; es decir, a quienes sí se toman en serio esto]

jueves, 15 de septiembre de 2011

Ir y venir

No me acuerdo - y me da un poco de pereza ver - cuándo fue la última vez que publiqué un post personal. No arquitectónico, simplemente personal.

Se han juntado dos cosas: estoy cerrando una cuenta de correo electrónico y antes de hacerlo he querido "salvar" cosas que puedan ser importantes; y últimamente he estado recordando anécdotas del otro lado del charco con un par de amigos.

Van a ser tres meses desde la última vez que estuve por esos lares y ese solía ser el tiempo que espaciaba mis visitas a Roma. Esta vez ya no... sin patrocinadores y con otro tipo de ritmos de vida, no queda claro cuándo será la próxima vez que vuelva. Y ahora es cuando hago un enorme esfuerzo para que eso no suene muy melodramático, aún si es cierto.

A esas dos cosas que acabo de mencionar, se suma una nostalgia imprecisa, que se manifiesta en los momentos más raros. Hace un par de días, por ejemplo, cuando caminaba por el pasillo de una universidad, me llegó un sutil aroma a cigarro mezclado con otro olor que no pude precisar... y el resultado debe haberse parecido mucho a algo que solía sentir en Roma, porque de pronto ya no estaba en el pasillo, sino caminando Via Antonio Toscani en dirección a Sargenti y la parada del 8.

¿Qué fue eso?

Pues sí, está pasando exactamente lo que siempre temí que pasara. Un pedazo de mí quedó en Roma, y el resto tiene muchísimas ganas de volver a encontrarlo. 

Me queda claro que no quiero volver a la experiencia, pero sí a ciertas sensaciones, ciertos buenos momentos... 

He encontrado el primer mail que me envió Rosalba, y el primer mail de Stefano... ambos, mails inmobiliarios. He tratado de encontrar en las palabras algo que indicara lo que finalmente pasó en cada uno de esos lugares y no encontré nada. El que te describan a tu futura casera como una chica de 28 años, y al depa como "nuevo y cerca del metro" no garantiza nada. Es como un escenario de teatro minimalista, de esos que sólo tienen una silla y una mesita, en donde se podría representar desde Shakespeare hasta una impro de clowns. El que me escribieran de dos niños de 7 y 6 años y de tres baños en un departamento grande tampoco pudo indicar ni una breve pista de lo que sucedería en ese espacio.

No sé si había olvidado - o nunca había notado - que el mail de Stefano llegó el 30 de setiembre del 2007. Es decir, el día que me fui de Lima. No recordaba los detalles de la cena peruviana en casa de Valeria, ni que Lorena y Carolina habían sido las primeras en irse a Barcelona. Casi había olvidado la tesis de la universidad española y el frenesí de mails que la acompañó. Recordaba muy vagamente las instrucciones que Rosalba me diera para llegar la primera vez... y el hecho de que, en lugar de seguirlas, tomara el 44. Recién hoy he entendido un chiste sobre los romanos que me mandara Valeria hace más de tres años. 

¿Qué queda de todo esto, además de un papel que dice que soy doctora en arquitectura?

Una carga tan enorme de experiencias, recuerdos y afectos que, aún hoy, más de un año después de haberme ido, me cuesta trabajo procesar. Una enorme nostalgia y una alegría más grande aún por el hecho de estar de vuelta. 

Y, por supuesto, ganas de regresar a Roma... de visita.

lunes, 5 de septiembre de 2011

El concepto de espacio en la historia III (J. Burga)

Parte II

GRECIA

"Aristóteles considera el espacio como la suma de todos los lugares, concepto no del todo distinto a aquel primitivo de "lugar". En este sentido, un cuerpo físico es solo una parte de ese espacio general limitado por superficies geométricas y "conteniendo" espacio vacío. Por eso "kenon" (vacío) y "materia", fueron considerados elementos complementarios y excluyentes entre si. "El espacio tiene la propiedad física de poner fronteras o límites a los cuerpos, evitando que estos devengan indefinidamente grandes o pequeños". Pensado así, el espacio se convierte en una suerte de atmósfera con poderes de tensión y presión sobre los cuerpos. Fuera de él, sólo existe el vacío infinito.

Los sistemas de proporción no se "impusieron" a las imágenes, sino que se subordinaron a las medidas del cuerpo humano. Euclides concibió su geometría de cuerpos sólidos con una visión de los cuerpos como fenómenos aislados, como cosas en si. Igualmente, los edificios eran vistos como si estuvieran dentro de un espacio privado exclusivo, independientes de los edificios vecinos y sin aparente relación con ellos.

Si bien es cierto la masa ya era endosada con fuertes posibilidades formales, no sucedía lo mismo con el espacio, que permanecía virtual y no muy definido. Precisamente esto ultimo, dio pie hace algún tiempo a una discusión sobre si los griegos concibieron plenamente o no el espacio arquitectónico. Si examinamos los edificios de la Acrópolis de Atenas por ejemplo, veremos que están formados por una serie de partes o totalidades en sí mismas y con apariencia de objetos sólidos tales como las columnas. Estas formas tienden a producir un espacio "residual" y virtual, similar al de la escultura [...].

Aglomeración de edificios que indicaría
una baja preocupación de los griegos
por el conjunto y por el espacio resultante
entre edificios, el cual queda definido
como residual. Delfos, Santuario de
Apolo (J. Burga)
La homogeneidad y rigidez en las proporciones humanas que habían normado las representaciones egipcias, son desplazadas por un estilo en el que las proporciones se tornan flexibles y mas ajustadas a la realidad. Así el sistema geométrico deja paso al de proporciones antropométricas. Asimismo, las imágenes se superponen de un modo mas complejo en el intento de producir la ilusión de profundidad en el espacio pictórico. Las dimensiones de las figuras ya no obedecen a criterios jerárquicos  pareciendo mas naturales y dinámicas.

Pero, extrañamente. no es en la pintura donde los griegos llevan a cabo un avance en la comprensión del como se percibe la naturaleza, sino en sus descubrimientos geométricos. Estos [...] son la base para una representación mas precisa del espacio.

[...] Estuvieron pues en las puertas de la creación de la perspectiva que hubo de esperar veinte siglos para ser enteramente realizada en el Renacimiento. Pero, ¿qué fue lo que impidió a los griegos este avance? Una primera respuesta puede ser la reticencia a integrar sus conocimientos geométricos en el campo de la representación, reticencia que sólo puede ser explicada en el campo ideológico y que puede resumirse en las ideas platónicas sobre la "falsedad del arte" en contraste con la "verdad de la geometría". Esto es un ejemplo cabal de como lo ideológico puede frenar e impedir el desarrollo de lo técnico y su aplicación en otros campos del conocimiento.

Para los griegos, solo " la idea" "el modelo" o "lo inmutable" (la verdad) son materia del conocimiento y se aprehenden con la inteligencia; mientras que lo cambiante (naturaleza) y su imagen, así como su imitación (pintura) son "apariencias" que se aprehenden con la sensibilidad. Esta visión idealista que separa el mundo de la naturaleza del mundo de las "esencias" impide todo avance en este campo.

Pero la ausencia de una visión perspectívica del espacio y su representación tiene también otra causa: "el habito griego de ver y manejar casos particulares en vez de proposiciones generales, y tratarlos como problemas distintos y separados" (1) Ellos no vieron la parábola y el círculo como casos ligados a un mismo fenómeno (ambos son secciones del cono) sino, por el contrario, fueron entendidos como casos aislados. Esta visión sincrética basada en una concepción filosófica, según la cual, las ideas son entidades completas y perfectas en sí mismas (Apolo, Eros, Neptuno, etc. expresan cada cual una idea independiente de perfección), les impidió llegar a tener una concepción integral del espacio y su representación. Solo así puede explicarse que pudieran conocer y controlar las deformaciones ópticas de un objeto aplicándoles correctivos - como en el Parthenon - y sin embargo perdieran de vista la organización del espacio entre los edificios que queda esbozada como "residual". Nuevamente aquí prevalece la idea de la entidad en si misma - el edificio - aislada de un contexto y ausente de una visión de conjunto."


ROMA

"En Roma se aplican básicamente las mismas ideas de los griegos enriquecidas por la influencia de las áreas en que el imperio ejerce su dominio. Pero estas ideas son transformadas por los romanos en instrumentos a través de la geometría y aplicadas en un contexto diferente. La escala es monumental, se enfatiza el sistema de construcción con mayores recursos y formas en comparación con Grecia.

Por intermedio de la utilización de la cúpula y el arco, el espacio interior alcanza por primera vez una clara definición, lo que es considerado como un avance importante en la arquitectura.

Se llega así a una mayor conciencia sabre las relaciones entre masa y espacio. Aunque el espacio se concibe como estático y contenido en sí mismo, es algo mas que lo que rodea a la masa o está circunscrito por ella. 

Esta época ve florecer un desarrollo del naturalismo en la representación. Ello se suma a un "vago e intuitivo sentido o búsqueda de espacios unificados" (2), reflejado en la representación de la naturaleza. Esto significa el manejo de algunos de los elementos que caracterizan a la perspectiva. Así, la disminución del tamaño de los objetos conocidos en función a su distancia del observador, la sombra, la convergencia de lineas paralelas en el espacio, y algunas otras señales de este tipo, se hacen presentes en la representación. Aunque justo es reconocer que son rasgos y no constituyen una visión acabada e integral de la perspectiva tal como se proyectará definitivamente recién en el Renacimiento."

(1) Ivins Jr., William M. "Art and Geometry, a study in space intuitions". USA. Dover Publications INC. N.Y. 1964. p. 99.
(2) Ivins Jr., William M. "Art and Geometry, a study in space intuitions". USA. Dover Publications INC. N.Y. 1964. p. 56.

Burga Bartra, Jorge (1989) Del espacio a la forma. Lima: Concytec.
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